Los glaciares son una de las formaciones más sorprendentes que tenemos en la faz de la tierra. No solo lo son por su belleza y su impactante tamaño, sino por lo importante que es su conservación para la supervivencia de ecosistemas, animales y la vida humana.
Gracias a esta masiva mezcla de hielo y nieve, se puede contar con energía hidroeléctrica, sistemas de riego y el 68,7 % del agua dulce del planeta. Lo anterior, es posible debido a que los glaciares son un mecanismo eficaz para el almacenamiento y recolección del agua. Cuando el agua cae en forma de nieve en las estaciones húmedas, esta se adhiere gradualmente como de hielo glaciar y, finalmente, en las estaciones secas se libera un porcentaje importante del líquido almacenado para abastecer los canales de agua del globo terráqueo.
Por otra parte, el turismo, los viajes a la montaña y las expediciones al aire libre, son un impulso económico muy favorable en diversos países gracias a los glaciares. No obstante, a pesar de que estos gigantes de hielo son sumamente beneficiosos en múltiples aspectos, hoy en día se ve fuertemente el impacto del cambio climático en ellos. Según la BBC:
“Entre 2000 y 2019, los glaciares perdieron a nivel mundial 267 gigatoneladas de agua cada año, y esa cifra se está acelerando más rápido que la pérdida de las capas de hielo de Groenlandia o la Antártida, tomadas por separado.
Las capas de hielo de la Antártida cubren el 8,3% y las de Groenlandia, el 1,2% de la superficie de la Tierra, en comparación con el 0,5% de la tierra cubierta por glaciares. Puede que solo representen una pequeña parte de la capa de hielo de la Tierra, pero están desapareciendo rápidamente.”
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Si bien la situación puede resultar angustiante, cada vez existe mayor conciencia sobre las prácticas no ecológicas que afectan el medio ambiente y más personas se están uniendo a movimientos verdes para preservar el entorno. Así mismo, existe una serie de glaciares que sobreviven y se mantienen intactos (sin contar las temporadas de deshielo), ¡e incluso aumentan su masa!
A continuación, te compartimos cuáles son algunos de los glaciares de este tipo que puedes encontrar en América Latina:
- Horcones Inferior: este hermoso glaciar se encuentra en la provincia de Mendoza, Argentina y está dentro de los límites del Parque Provincial del Aconcagua, a una altitud de 4.992 metros. Hace parte de los cuerpos de hielo que no se derriten de forma irreversible.
- Pío XI: en la zona austral de Chile, por la Región de Magallanes, se encuentra este glaciar que también recibe el nombre de glaciar Brüggen o Ana María. Es el mayor ejemplar del conjunto de glaciares que se desprende del Campo de Hielo Sur, con 1265 km² de superficie y además, es uno de esos raros casos en los que se ha visto un aumento en la masa de hielo.
- Perito Moreno: con un frente de 5 kilómetros de longitud y una altura (desde la superficie del agua) de 60 m, el glaciar del Perito Moreno es uno de los más impactantes de Patagonia. Aunque por temporadas suele derretirse, es usual que gane con normalidad la masa perdida y se mantenga estable.
- Garibaldi: a la orilla del fiordo Garibaldi, se puede hallar un hermoso glaciar que comparte el mismo nombre. Situado en la cola del mundo, este ejemplar de hielo es uno de los afortunados: su masa se encuentra en aumento. Tiene una superficie de 35 km² y una altitud de 2 678 metros.
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