Desde el Lago Titicaca al sur la Cordillera de los Andes se separa en dos dejando entre ellas una elevada meseta de origen terciario cuya altitud promedio es de 4.000 msnm., un extensísimo altiplano de por lo menos 10° de latitud que es compartido por cuatro países: Argentina, Bolivia, Chile y Perú. 

En esta vasta región estuvo habitada desde 5000 años AC por tribus de cazadores nómadas cuya evolución creó hacia el año 1500 A.C la notable civilización de Tiahuanaco que duró hasta el primer milenio D.C. siendo una de las culturas más longevas de América. 

Su población actual mayoritaria es  quechua o aymara, continuadores de la cultura ancestral preincaica que domesticó la llama y cultivó la papa y la quinoa.

A lo largo de los siglos numerosas cuencas endorreicas  distribuídas  en el Altiplano  dieron origen a lagos,  pantanos, bofedales, salares y  géiseres que hoy día son notables atractivos turísticos. Su flora autóctona comprende variadas plantas adaptadas al clima seco de altura utilizadas  en la alimentación típica , la artesanía y la construcción local.

 Los visitantes se complacerán observando flamencos andinos, suris, cóndores y vicuñas. Aunque los países del Altiplano han buscado protegerlo creando Reservas y Parques Nacionales, actualmente doce,  las amenazas a estos  ecosistemas de altura sumamente frágiles continúan y aumentan debido al turismo de masas, el crecimiento de las ciudades y las faenas mineras en expansión.