Un colosal cataclismo tectónico hundió la Cordillera de Los Andes en el mar configurando una geografía totalmente desmembrada en la que se amontonan archipiélagos, fiordos y canales desde el Seno de Reloncaví hasta la Tierra del Fuego.

Hacia el oriente, la Patagonia chilena comprende además los bordes de las estepas argentinas y al sur, la mayor parte de la Tierra del Fuego y sus archipiélagos, hasta el Cabo de Hornos.

Los gigantescos Campos de Hielo Norte y Sur dan origen a numerosos glaciares y constituyen la mayor reserva de agua dulce después de la Antártida. Los ríos de Aysén son los mas caudalosos de Chile, numerosos volcanes jalonan de norte a sur la cordillera: Corcovado, Hudson, San Valentín, en tanto que los cerros Torre, Fitz Roy, y Torres del Paine son desafíos para los mejores escaladores de todos los países.

En pocas palabras, un mundo de Naturaleza bravía donde hay mucho que explorar todavía, protegido en gran parte por varios Parques y Reservas Nacionales.

La Tierra del Fuego, como la denominó Magallanes, tiene estepas en el norte, montañas y bosques en el sur, y cada ecosistema presenta sus mejores paisajes y bellezas todavía poco transformadas que el clima parece defender de los intrusos excursionistas.

Antiguo territorio de los atléticos onas o selknam desde hace por lo menos 6.000 años ahora sustenta la ganadería ovina característica de Magallanes.

Separada por el canal Beagle la isla Navarino, el más austral asentamiento humano de Chile, no dejará de tentar a los excursionistas para que rodeen el macizo Dientes de Navarino o la atraviesen hacia el sur por sus turberas.